martes, febrero 13, 2024

Ufff... empatía ? ninguna.

Con lo que me costó decidirme a dejar Barcelona, aquí me está costando Dios y su ayuda que se pongan en mis zapatos asi sean 2 minutos.


No conozco a nadie cara a cara, no hay transporte público y mis salidas son solo a los supermercados con mis padres. Ellos ( más ella que él ) me critican y me sueltan a la cara que soy una mal agradecida y digo yo : qué más que haber dejado mi paz y mi sitio donde era feliz para estar con ellos, para que me suelte cada vez que pueden que no sabe para que me vine... se hace mayor, es eso. 

Dioscito, sólo te pido me des más paciencia, a mis Angeles del Trabajo, ayúdenme a conseguir ese trabajo que tanto necesito para poder independizarme y no depender de nadie mas, para así volver a ser como estuve por 15 años en España, sola y feliz. 

Si no fuese por la luz que me da mi Sobrino, no sé si todavía estaría aquí.