Hablar de cuan profundo es un sentimiento capaz de hacer de un hombre un poeta y nombrar a la musa que inspira palabras que perduran en el tiempo y en el recuerdo de quien las siente para si, procurando me brinde su amor y me siga en el deseo de tenerla cerca.
Quizás esculpir en letras el sentimiento indigno que produce en el pecador el verdadero arrepentimiento y pedir disculpas por las faltas cometidas e incluso prometer villas y castillos con tal de una reconciliación.
Pudiera en esta tarde una y tantas cosas que vienen a mi mente, algunas vividas en carne propia, otras tan solo vistas desde el fondo de una botella cuando la presencia de la amistad se ha hecho necesaria y acudimos (todos hemos acudido) a ese llamado donde algunos reímos, lloramos, quizás simplemente nos dedicamos a escuchar, en todo caso, apoyamos a ese amigo (a) que importa y por quien dividimos su pena en dos, tres y cuatro (dependiendo la cantidad de amigos presentes) y nos llevamos cada uno un pedacito de ese dolor, no sin antes decirle “sabes que cuentas conmigo”
Pudiera muchas cosas, no porque me crea un gran escritor o porque las palabras fluyan en mi como el pensamiento, dios sabe que nada de eso hay en mi, pudiera tan solo, pero no será así, solo voy a susurrar pensamientos locos que vinieron a mi mente mientras estaba cuerdo.
- Juré que un sueño duraba más de una noche… Tú a mi lado por mas del tiempo permitido? Imposible
- Aunque parezca ilógico te necesito a mi lado para dejar de pensarte tanto.
- Te confieso que en algunas noches ni siquiera la soledad duerme en mi cama
- Di la espalda a todas mis amantes como si se pudieran evaporar los pedazos extraviados de mi alma entregados a cada una en manos frías y al volverme me convertí en sal.
- Combatí diariamente y ahogue mis esperanzas en el océano de tu piel y estas se convirtieron en tus temores, temores de una lejanía que me ata a ti, y te mantiene hundida en la locura de tus miedos.
- Te dejé partir con la ilusión de que tu corazón roto sanara algún día, y la sangre de sus latidos bañó tus pasos tras la partida y de la sangre brotaron las mas hermosas espinas, pero ni una sola rosa.
- Me negué a perderte y en la batalla me perdí a mi mismo.
- Quien hace de un hombre un escritor, son los sentimientos (sobre todo el dolor y el amor), quien hace de ese escritor un poeta, es quien lee lo que escribe, irónicamente este último ha sido también en algún momento el primero aunque nunca haya escrito su dolor.
- He sido hijo, he sido padre, fui un amante, también un esposo, fui un mendigo, también un hombre rico, he poseído flores vírgenes y también raíces infértiles, concebí guerras y perfeccione mi paz, aplaque mis impulsos y me volví imprudente, he sido hombre, también un niño, y a lo largo de 28 años nunca había sido tan feliz como lo soy cuando lees lo que escribo.
- En el libro de mi existencia tú has sido la pluma con que se escribieron las noches de amor mas apasionadas de una navidad al borde tu vientre.
- Cuando el deseo de tenerte se enfrenta al miedo de perderte yo termino escribiendo pensamientos locos…
Andrés Salazar.
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